Amar a la mujer en mí es la mejor forma de amor propio que me he dado jamás.
Voy a cumplir 30 años el mes que viene. Llevo mucho tiempo esperando que llegara este cumpleaños. Y más aún ahora que estoy viviendo mi vida de la forma más auténtica.
He pasado la última década intentando convencerme a mí misma de que era un hombre. Tenía 19 años cuando decidí que iba a transicionar.
Tuve DOS sesiones de terapia antes de comenzar a tomar hormonas, cosa que en ese momento me pareció totalmente bien. Estaba preparada para hacer el proceso de transicionar a toda prisa porque lo único que me importaba era que finalmente se me leyera como un hombre. Y ese es el peor favor que me he hecho jamás a mí misma.
No creo que jamás tuviera realmente “Trastorno de Identidad de Género”. Nunca me sentí cómoda en mi piel como mujer antes de transicionar. La sociedad decía que tenía que ser de XYZ manera para ser una mujer, y yo no era ninguna de esas cosas.
Así que transicionar me parecía lo correcto y nadie me podría haber dicho nada al respecto. Cambié de nombre y sexo legalmente 10 meses después de empezar a tomar testosterona, y me sometí a una mastectomía 2 meses después.
Después de eso, durante los 10 años siguientes, batallé con depresión, ansiedad y disforia de género de verdad. Algo que nunca había entendido de verdad, hasta que intenté ser el hombre que no era.
Así que 9 meses más tarde, dejé de tomar hormonas definitivamente, y comencé el proceso de detransicionar. Y permitidme que os diga que es la mejor decisión que he tomado jamás.
Echaba de menos a la mujer que nunca pude llegar a ser, pero entonces me di cuenta de que me había estado mirando desde el espejo todo ese tiempo. Mi nombre es Brit, y soy ELLA.
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